Ricardo Cases_Publicaciones

Sol
ISBN978-84-697-8268-2. Dalpine, 2017. Fotografías: Ricardo Cases. Texto: Luis López Navarro. Traducción: Aitor Arauz Chapman. Diseño: Ángel Álvarez (Tipode Office). Tapa blanda, sin encuadernar. 10 pliegos. 21 x 29,7 cm. Español/inglés. Precio: 20 euros

Continuando con la línea iniciada en El porqué de las naranjas (MACK, 2014), Ricardo Cases indaga de nuevo en un cliché de la costa levantina. Planteando su tarea como un juego infantil consistente en representar el sol, el autor se sumerge en la cegadora luz del verano levantino en busca de su esencia, dejándose llevar por las sensaciones y poniendo en cuestión la forma en que el sol determina la identidad, la estética y la economía local.

“Nací en un planeta inhóspito y rocoso, dominado por una estrella demasiado cercana. En mi cielo rota una bola de fuego inmensa que no me atrevo a mirar directamente. Me he acostumbrado a vivir con su aliento abrasador en el cogote, humillando la cabeza. La única forma de contemplarla sin riesgo es buscar discretamente su sombra en superficies, su reflejo en pozos o espejos. Con la técnica adecuada, y conociendo las distancias del cosmos, uno puede aprender a orientarse triangulando con respeto, con temor. “

Panorama
Ángel Álvarez, 2020. Fotografías: Ricardo Cases. Texto (inglés y castellano): Esther García Llovet. Diseño: Tipode Office. Edición y secuencia: Ricardo Cases. Tapa blanda 14 x 28 cm. 28 paginas. Precio: 15 euros

Cuando nos perdemos en un bosque, el musgo de los árboles nos indica dónde está el norte. Cuando nos perdemos en Benidorm, las miles de terrazas de las fachadas nos dicen dónde está el sur, un Mediterráneo deslumbrante y terso como papel de aluminio.

El porqué de las naranjas
ISBN 9781910164044. MACK, 2014. Cartoné con ilustración serigrafiada. 128 páginas. 67 imágenes en color. 14,7 cm x 18,7 cm.

Para un fotógrafo, llega un punto en que documentar la realidad visible no basta. Documentar la superficie es documentar síntomas, consecuencias, es llegar tarde. Cuando se quiere indagar realmente en la vida que nos rodea, se hace necesario buscar el modo de documentar lo no visible, lo esencial. Los mecanismos.

Si se ignora la superficie y se está bien alerta a las señales, en el entorno inmediato del fotógrafo (en este caso, las huertas del Levante, un epicentro telúrico de la España contemporánea) se puede encontrar un modelo a escala de todo, un laboratorio donde estos mecanismos se manifiestan en libertad. No hace falta irse muy lejos para encontrar evidencias de fenómenos mayores. “El porqué de las naranjas” no es por tanto, literalmente, un retrato del Levante. Es un retrato del espíritu del Levante y por extensión del espíritu de la España de hoy.

Paloma al aire
ISBN 978-84-617-0017-2. Photovision-Schaden-Dewi Lewis, 2011. Cubierta de cartón, encuadernación con espiral. Diseño: Ricardo Cases. 75 páginas. 21 x 15 cm

El palomista invierte en sus palomos tiempo, dinero y esperanzas. Los cría, les pone nombre, los entrena y les tiene fe. Cuando llega el día de la competición acude con la ilusión y incertidumbre de un niño. La colombicultura es un deporte con reglas y árbitros. Los palomos llegan a valer miles de euros y las apuestas mueven mucho dinero. Sin embargo, hay algo de infantil en la fascinación por las aves; el hombre que sostiene un pájaro tembloroso en la mano tiene la misma mirada que tenía a sus 10 años.

Criar un palomo campeón supone prestigio y ganancias. Pintado con combinaciones de colores primarios, igual que una bandera o un equipo de fútbol, el palomo seleccionado, criado y entrenado para aparearse se convierte en proyección, en vector volador del palomista, que encarnará ante la comunidad su éxito o fracaso deportivo, económico y sexual. Lejos de sus miserias cotidianas, el colombaire tiene en el universo colombófilo una vida paralela donde puede llegar a lo más alto. Sólo hace falta tener un ave ganadora. El palomista se queda en tierra pero su vector puede volar.

El caso del lobo congelado
ISBN: 978-84-613-1841-4. Cuadernos fotográficos de la Kursala / 13. Primera edición, Fiesta Ediciones 2009. Diseño: Natalia Troitiño. Rústica con sobrecubierta de plástico. 80 páginas. 210 x 140 mm. Idioma: español, inglés

Cuenta el dueño de un coto del norte de España que hace no mucho cazó un lobo. En los buenos tiempos, el animal hubiera sido disecado o quizás tirado directamente a la basura. Hoy, la pieza escasa e ilegal acabó sus días en un arcón congelador. “Si viene a cazar gente importante, lo sacamos del congelador un día antes y les decimos: mira lo que matamos ayer. Es lo que quieren ver”.

La lucha con la naturaleza es  hace hombre al hombre. Para el urbanita que puede pasar años sin ver jamás a los animales que come, sino apenas muslos y filetes, el hecho de matar un animal para comerlo supone un contacto con la realidad casi traumático pero excitante. Es la vida. Poder decir: lo maté YO.

Por supuesto, para eso también existen parques temáticos. Un coto de caza no es un monte salvaje donde aún quedan venados: es un espacio privado y vallado donde se crían venados y se les da de comer durante todo el año. Cuando llegue la temporada de caza, el urbanita vendrá de la ciudad en su todoterreno con asientos de cuero en busca de su experiencia. Se deja llevar por la sangre y el ambiente rudo que rodea la montería le devuelve aquello que perdió: el ser de pueblo. Con la escopeta en la mano, el español de pueblo que conquistó la ciudad recuerda que aún es un hombre, que puede sobrevivir.

Luego se hace una foto con su lobo congelado y se vuelve a subir a su todoterreno sin acabar de sentir que ha conseguido lo que venía a buscar.

La ciudad que soy
Maqueta, 2008. Cartoné. Diseño: Nerea García Pascual. Encuadernación: Isabel Zambelli. 64 páginas. 205 x 260 mm. Idioma: español

A Madrid le falta un doble techo, o sea, doble ciudad. La ciudad que se pueda ensanchar, que la ensanchen. Pero si yo fuera arquitecto, planearía una ciudad encima de otra. Seria el proyecto más genial del mundo. Una ciudad encima de otra una de noche y la otra de día, una alumbrada, la de abajo y la otra abierta, la de arriba. Yo viviría en la de arriba, claro. Pero me trasladaría por la de abajo.

Belleza de barrio
ISBN: 978-84-613-1841-4. Primera edición,. Universidad de Extremadura, 2008. Diseño: Nerea García Pascual. Cartoné. 104 páginas. 225 x 335 mm. Idiomas: español, inglés

Cuando llegaron a Madrid, el centro estaba ya ocupado. Se fueron instalando en la zona sur: Parla, Fuenlabrada, Leganés, Getafe. Venían de Andalucía y Extremadura. Cambiaron el pueblo por el barrio. Se pusieron a trabajar y se convirtieron en la clase trabajadora. Eso fue hace casi cincuenta años.

Hoy son sus nietos quienes habitan esas ciudades del sur que son todo pueblo y todo barrio. De aquellos primeros colonos han heredado algunas cosas: siguen siendo clase trabajadora y conservan el orgullo del que lucha, un cierto carácter de pueblo y los estampados de leopardo.

¿Qué diferencia, dos generaciones después, el aspecto de una chica de Parla del de una madrileña del centro? Los códigos de belleza de la capital vienen definidos desde la cima de la pirámide mediática: basta con mirar la publicidad y las revistas de moda para identificar por qué la gente se viste como se viste cada temporada. La estética de barrio, en cambio, no consta impresa en ninguna revista y su usuaria la bebe de su entorno. Es la gran diferencia: en tiempos de cultura de masas, la belleza de barrio es una cultura que se transmite de madres a hijas. Son modelos que no se anuncian, productos de mercadillo que no aparecen en las revistas. Y, a la inversa del mecanismo de la moda, no crean una cultura para venderse sino que se fabrican para alimentar una cultura.