Jesús Zurita_Huir comprendiendo_15/11/14_10/01/15_Dossier

Esta segunda exposición de Jesús Zurita para Ángeles Baños es la primera, en palabras del propio artista, «que realizo exclusivamente de dibujos en una galería». Para esta ocasión Zurita ha recurrido a un repertorio completamente vegetal para desarrollar todas las inquietudes que anidan en su trabajo, ahondando en los temas presentes en el resto de su producción más instalativa y pictórica. En estos nuevos obras los protagonistas son frutos, árboles, ramas que se retuercen y parecen tener vida propia, paisajes encadenados en un todo que se nos muestran para que seamos sus testigos. Estos dibujos se ofrecen al espectador como un fruto perturbador y al mismo tiempo nos avisan y nos recuerdan que toda caricia o latido de nuestras yemas, que toda suavidad implica irrigación y que la putrefacción es su manantial.

De nuevo en palabras de Zurita: «El viento azota el árbol en una expresión sonora absoluta mas allá de toda música, de todo lenguaje. Es una resonancia sin articulaciones y es la fuerza de toda curva en el universo. No hay caminos. Los restos de carne y cáscara que pisemos, los crujidos de lo chafado y lo seco; eso es lo único que reconoceremos al mirar atrás. No hay olores para nuestra memoria. Lo podrido cruje al sol o se hincha en la sombra y la frescura de lo germinal se posiciona entre una u otra. Ni caminos ni olores. Pero sí horizontes. Uno tras otro.

El paseo ha dejado de ser una opción. Pararse a encontrar, quizás. E inmediatamente partir. Continuar sin mirar atrás porque nada quiere que permanezcas. Lo has visto y lo llevas dentro. Al final del primer horizonte haces un recuento que ni siquiera empiezas porque no debe ser así y sigues entre las rocas negras del segundo horizonte. Huir y comprender. Huir comprendiendo en esta era de horror y misericordia».

Huir hacia adelante en un camino lleno de restos, de cadáveres en definitiva de nuestra propia vida y de nuestras experiencias. ¿De qué depende entonces que sigamos avanzamos o quedemos atrapados en el lodazal? es la pregunta que quizás el artista lanza en esta exposición. Una pregunta que tiene la respuesta en el propio título de la muestra: huir comprendiendo.