_Laura González Cabrera_Colisiones silenciosas_11_12_23 / 05_01_24_Dossier

¿Cómo resolver la oposición de dos elementos antagónicos? ¿Acaso esta dualidad no es sólo la ilusión de una unidad olvidada? Quizás se trate de una dicotomía que desvele la manera en que se manifiesta lo invisible pero real.

Colisiones Silenciosas traslada estas cuestiones a  una investigación gráfica y pictórica donde  se resuelve el cruce de bandas cromáticas que describen direcciones opuestas a través del sometimiento, alternadamente, de una a la otra, creando una suerte de tejido.

El proyecto está integrado por una serie de obras que a pesar de su bidimensionalidad, requieren un pensamiento tridimensional, al igual que la tejeduría. En las pinturas y dibujos que integran el proyecto se ahonda en la correspondencia de ésta y los códigos abstractos del arte a través del razonamiento matemático, que busca pautas y secuencias de estructuras ocultas en un caos aparente.

Este interés manifiesto por los procesos manuales persigue manifestar y desarrollar las cualidades necesarias para contrarrestar los efectos adversos de la era de la inmediatez y del ruido mediático. Los procedimientos artesanales exhiben una profunda conexión entre la las ideas y el cuerpo, la mente y la mano, lo incorpóreo y lo tangible, como si una coreografía diseñada para adiestrar los dedos pudiese ensamblar los opuestos creando otro estado de conciencia.

Lo da, seguramente, la lentitud del trabajo y el silencio que invoca la concentración, que alargan el tiempo para la reflexión y agrandan el espacio donde las cosas suceden.

Con el apoyo