Andrés Pachon_In memorian_13/07/12_31/07/12

Esta exposición se presenta bajo el título de la serie fotográfica In Memoriam (2011), la cual se muestra por primera vez al completo. Junto al proyecto fotográfico encontramos el vídeo central del proyecto Sombras de Nueva Guinea (2011). Estos trabajos surgen de la modificación de referentes fotográficos y videográficos, tanto propios como ajenos. Se trata de desvelar como nuestra experiencia con la realidad se encuentra mediada por el Imaginario, y como éste construye nuestra mirada, en este caso, respecto al Otro cultural y al rostro mediático.
 
La serie In Memoriam consta de siete fotografías compuestas por varías capas, estratos que configuran una idea en torno al rostro mediático, a su representación y a su durabilidad. Bustos televisivos, mandatarios y representantes pertenecientes a los tiempos de la reproducción técnica, que se nos presentan mediante esculturas museísticas de carácter lúdico, una representación más en la imagología que configura estos rostros. Sus gestos aparecen fragmentados y erosionados, recordándonos a las ruinas propias de la escultura clásica. Esculturas que, lejos de estos retratos, buscaban la dignificación del retratado.

Todo ello se muestra mediante fotografías-documento que especulan sobre los «futuros» jirones del gesto mediático. Un intento de tomar distancia (temporal) ante un gesto construido, aprendido e iconografiado que a fuerza de ser foco de todas las miradas ha sido deformado, desgastado y, en algunos casos, caduco e irreconocible. Podríamos decir que estos rostros son cadáveres de su propio tiempo, pues, en realidad, siempre fueron su propia imagen, nunca de carne y hueso. Con estas ruinas artificiales no hay un ciclo de vida y muerte, solo un momento final sin principio alguno.
 
El video Sombras de Nueva Guinea comienza con la apropiación del documental etnográfico Dead Birds (1964), dirigido por el antropólogo visual y documentalista Robert Gardner. Esta película estudia el pueblo Dani de Nueva Guinea, en ese momento, una de las únicas áreas que quedaban en el mundo por ser colonizadas. 
Dead Birds fue duramente criticada desde la comunidad antropológica por su falta de autenticidad: post-sincronizó el sonido y recreó escenas de batalla con fotos fijas.

Lo que Sombras de Nueva Guinea plantea es un paso más en esa falta de autenticidad. Partiendo de pequeños trozos del film, como si de retales o sobras del original se tratase, se realiza una rotoscopia (redibujado manual frame a frame) mediante el cual se generan sombras a los protagonistas del documental. La naturaleza donde se desarrollan las acciones, el contexto original de la tierra alta de Nueva Guinea cuyo referente fue captado por la cámara, se transforma en un enorme fondo artificial, un trampantojo desvelado por las sombras.
 
Estas sombras, y su consecuente efecto ficticio en el conjunto de las imágenes, quieren revelar la fantasía contenida en el imaginario occidental de un mundo exótico y tribal. Nos desvelan un fondo finito, un muro que en un principio no existía, o eso creíamos. Un muro que nos separa del otro; y es que es sobre los que están al otro lado del muro sobre los que fantaseamos, en los que proyectamos nuestras ansiedades, miedos y deseos, al igual que las sombras se proyectan sobre el muro que ellas mismas han creado.