Desde el 15 de enero al 15 de febrero Manuel Antonio Domínguez presenta un selección de trabajos que recorren toda su trayectoria.
«Parece una larga celebración el mantenerse firmando como artista durante años, pero casi la festividad viene dada de haber aprendido a pasar de oscuridades a colores radiantes, de convertir la imposición en una virtud, y de justificar un giro en un valor profundo para la sociedad. Hablar desde el detalle a lo general aclara muchos espacios disimulados e íntimos, obliga al espectador a ponerse del revés, y a no eludir ciertos temas.
Siempre me ha costando distinguir el pasado del presente; lo que había sido estaba siendo, estaba siendo a mi alrededor, y pintar siempre ha sido mi manera de mostrar y abrazar pedazos.
El tiempo de lo que importa es un repaso a nuestra identidad, una asombrosa síntesis de miedos, corajes, dudas y certezas, que como creador han ido apareciendo en diferentes momentos de mi formación vital y artística.
Como si de un diario se tratase, los títulos de mis exposiciones individuales han recurrido a capítulos de mi vida, a lugares comunes, argumentos de compromiso y cuestionamientos en torno a la creación de lo que llamamos masculinidad.
Hoy lo que habita en lo inconsciente es Hambre de Hombre, una necesidad de reformular la relación con los otros, una restauración de normalidad de nuestra perdida de ser social.»