Dentro del programa general de la feria se presenta los últimos proyectos de Javier Arbizu (Navarra, 1984) y Andrés Pachón (Madrid, 1985). El primero, desarrollado en las Becas para la Real Academia de España en Roma; el segundo, subvencionado por las Ayudas a la Creación en las Artes Visuales de la Comunidad de Madrid.
Partiendo del estudio de técnicas del pasado, ya sean escultóricas o fotográficas, y aunque desde dos planteamientos estratégicamente diferenciados, Arbizu y Pachón realizan un trabajo arqueológico y antropológico de nuestro presente digitalizado e hipermediado.
Arbizu realiza un estudio de los desechos de nuestro tiempo, transformando objetos cotidianos a través de manipulaciones mínimas; una suerte de reconstrucción o desfiguración emocional que nos hace pensar, a través del mundo material, en el desarrollo ecológico y económico de nuestra era. Trabajando con varias técnicas escultóricas, como el ensamblaje, la elaboración de moldes y vaciados en escayola, el fundido de metales como bismuto, la soldadura y calderería en acero, Arbizu nos ofrece objetos desgastados que responden a un contexto donde el estándar es la digitalización de las cosas, la sobresaturación de imágenes y la hiper-racionalización de las mismas.
Por su parte, Pachón presenta un trabajo visual de origen híbrido, donde los archivos de fotografías antropológicas son interpelados por las tecnologías digitales. Partiendo de una colección de fotografías raciológicas de 1891, cedidas por el Museé du Quai Branli de Paris, Pachón realiza un software de cálculo de imágenes basado en los retratos compuestos del eugenista Francis Galton, para así reflexionar sobre los errores endémicos del poder disciplinario basado en el conocimiento del cuerpo. Se trata de un diálogo histórico entre los sistemas ópticos fisiognómicos del siglo XIX y la actual tecnología biométrica fronteriza, donde el biopoder y la ideología del archivo continúan siendo efectivos.
