Sangre verde_ Ana H. del Amo_Emilio Gañán. 7/09/19_31/10/19_Dossier

Iniciamos la nueva temporada con la exposición “Sangre verde”, de los artistas Ana H. del Amo y Emilio Gañán. Ambos poseen unas trayectorias perfectamente consolidadas que se han desarrollado en paralelo, partiendo de presupuestos que, a grandes rasgos, renuevan las prácticas sobre la abstracción, de ahí que hayamos planteado este proyecto como un diálogo entre ellos… Un diálogo en torno al objeto.

Para la galería es muy importante reflexionar sobre las posibilidades hoy de la geometría, de sus derivas, pero sobre todo de las aportaciones que puedan enriquecerla. Ya Kupka, en 1913, escribió: “El hombre crea la exteriorización de su pensamiento por medio de la palabra. ¿Por qué no habría de poder crear en pintura y en escultura con independencia de las formas y de los colores que le rodean?”. A partir de estas premisas conceptuales nuestros dos artistas han establecido un estimulante diálogo cuyos frutos son “Sangre verde”, una muestra articulada a partir de una selección de dibujos y esculturas realizadas en estos últimos meses, y en donde se alude a las relaciones que se establecen entre el individuo y el objeto, y las situaciones de extrañamiento que ello entraña.

La “gravedad” sostiene la obra de Emilio Gañán (Plasencia, Cáceres, 1971), que prosigue con su elaborado vocabulario de líneas, puntos y planos como elementos del lenguaje para conformar un personal estudio de las relaciones de las formas en el espacio, tendente en sus últimas piezas a lo escultórico. Gañán ahonda en el concepto de una geometría donde la obra de arte debe afirmarse en su mera existencia objetiva, en su “materialidad”. Sus piezas se caracterizan por un orden matemático determinado por aquellos factores que remiten a la simetría, el equilibrio y la sencillez. La construcción de una “arquitectura” en la cual la orquestación del color y su aplicación sobre las superficies responde a los medios, a su pura materialidad.

Por otro lado, Ana H. del Amo (Cáceres, 1977) se acerca más a cierta geometría povera, sustentada en la selección de materiales encontrados. El método que utiliza suele ser el ensamblaje entre madera y pintura; piezas que suelen surgir a través de objetos hallados, que modifica mediante la incorporación del color y formas diseñadas, resolviendo tridimensionalmente. Asistimos a la construcción de piezas de carácter escultórico y geométrico, que elabora a través de diferentes materiales, de los cuales se apropia, y mediante el color añadido y la incorporación de nuevos elementos los transforma y nos revela otra manera de observarlas y entenderlas. Algunas veces el carácter poético es evidente gracias al título, otras veces a través de la percepción y la sensualidad de la obra. Colores luminosos, hasta fluorescentes, formas que se niegan a estar encerradas y menos aún, clasificadas. Formas de apariencia depurada, donde podemos apreciar detalles o errores del pulso de la acción de crear.

Geometrías, en definitiva, de “lo objetual”, donde nuestros artistas transmutan la materia en aras de una contemplación poética, que implica la mirada atenta del espectador. Éste, sin duda, completa la obra, participando así del fructífero diálogo.